domingo, 10 de noviembre de 2024

TRATADO DE IDIOTOLOGÍA

Según el DRAE, idiota es “el que padece idiocia”, “trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida en la primeras edades de la vida”. Yo diría que más que deficiencia es alteración con relación a los no idiotas, y es congénita, no se adquiere, se viene con ella al mundo. Aunque tal vez podría producirse por contagio. Hay que investigar más.

Estupidez lo define como, “torpeza notable en comprender las cosas”. Tampoco estoy de acuerdo, no es eso, un idiota puede ser muy rápido en comprender, sólo que de manera distinta a los no idiotas.

 

No es lo mismo decir tonto que tóóónto, al enfatizar la primera “o” estamos expresando que la persona aludida no es tonta sino idiota, que es diferente. Se trata de un tonto que hace daño, ya sea a los demás, que es lo habitual, o incluso a él mismo. Ya explicó Cipolla que el estúpido es una persona que perjudica a todas las demás sin obtener ningún beneficio para él mismo.

 

En todas partes, independientemente de la raza, el color, el desarrollo social, el nivel económico, o cualquier otra circunstancia, el número de nacimientos de hembras y varones es sensiblemente el mismo. Eso parece demostrar que nuestra especie está programada para perpetuarse. Si sólo nacieran hombres o mujeres la especie habría desaparecido hace tiempo.

 

Esto ya lo descubrió hace tiempo la filosofía oriental. La naturaleza quiere guardar un equilibrio en todas sus manifestaciones. Noche y día, frío y calor, masculino y femenino, el yin y el yang.

Este equilibrio se manifiesta de igual manera a la hora de la elección de opciones políticas. Las circunstancias que llevan a alguien a simpatizar con lo que se ha dado en llamar las izquierdas o las derechas, y en consecuencia a votar a unos u otros llegado el caso, nada tiene que ver con el razonamiento. Si así fuera jamás habrían accedido a las presidencias sujetos como los que vemos por doquier. La gente simpatiza con una u otra opción por cuestiones puramente genéticas. Son opciones viscerales nada perturbadas por un mínimo análisis. Sólo son producto de su naturaleza.

 

Tres grandes filósofos del siglo XX han investigado en las raíces del comportamiento humano y nos han abierto campos del conocimiento. Estos son Peter, Murphy y Cipolla. Los tres han llegado a conclusiones semejantes partiendo de distintos sujetos de investigación. Los tres han intentado entender por qué en un mundo racional se dan comportamientos aparentemente irracionales en personas que han alcanzado un estatus social considerable.

En primer lugar debemos aclarar que no es que el fenómeno se manifieste exclusivamente en personas preeminentes sino que precisamente por la trascendencia de estos sujetos su comportamiento se hace más notorio, pero se puede afirmar que estos especimenes están en todos los niveles de la sociedad.

Esta afirmación parecería contradecir el principio de Peter pero no es así. Ya nos advirtió el gran maestro que se puede alcanzar el N.I. (nivel de incompetencia) en cualquier escalón de la pirámide social. Hay quien no pasa del primer escalón y hay quien necesita llegar a la cumbre. Por eso encontramos idiotas tanto en personas de poca capacidad como en las de un gran nivel intelectivo.

Peter intenta explicar estos comportamientos acudiendo a la idea de que las personas han alcanzado un nivel para el que no están capacitadas y por lo tanto las acciones que cometen son erróneas.

Cipolla lo explica desde el punto de vista genético, hay una parte de la humanidad que está fabricada para cometer errores que perjudican al resto.

Murphy lo achaca a fuerzas ocultas.   

Si asumimos que la Creación es un trabajo perfecto o al menos de un altísimo nivel de calidad, con los estándares de calidad que tenemos, el hecho de la existencia del idiota y además en cantidades considerables, no podemos contemplarlo como un error en la cadena de selección, sino que tenemos que intentar encontrar las causas que motivan su existencia. Debemos analizar la circunstancia con la certeza de que esos individuos existen para beneficio de la humanidad en su conjunto.

La observación metodológica nos permite enunciar algunos postulados:

1-    Es inútil intentar comprender el comportamiento de un idiota.

2-    Es inútil intentar prevenir las negativas consecuencias del comportamiento de un idiota.

3-    Las consecuencias del comportamiento de un idiota siempre son negativas para los no idiotas.

Para intentar indagar en las razones de su comportamiento siempre vamos a utilizar la lógica que aplicamos al resto de los humanos, a los no idiotas, y por lo tanto no podremos llegar a ningún resultado. El idiota no se rige por ninguna lógica, al menos por ninguna que conozcamos. Si sus acciones obedecen a un sistema consecuente es algo que desconocemos por completo y por lo tanto no podemos aplicar ningún método de análisis. Sus acciones resultan de todo punto impredecibles. Lo único que podemos afirmar es que siempre resultarán negativas para el resto de los humanos.

La pregunta que nos asalta es: ¿Por qué la naturaleza promueve la existencia de unos componentes que son perjudiciales para el conjunto? Siendo la naturaleza un organismo que comete muy pocos errores, ¿qué motivos tiene para generar estos elementos en apariencia nocivos, y en número tan significativo?

A lo largo de la historia muchos pensadores han intentado desentrañar este misterio tan inquietante sin llegar a ninguna solución. Todos acabaron en conclusiones derrotistas.

Ya la Biblia dice que “stultorum infinitus numerus est”, “el número de idiotas es infinito”, como nosotros somos finitos, nuestro cerebro no puede entender la noción de infinito, por lo tanto debemos suponer que lo que quiere decir la frase es que mientras exista la humanidad seguirá poblada de un número altísimo de idiotas.

Friedich Schiller dijo: “Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano”.

Gustave Flaubert decía: “La estupidez es una roca inexpugnable, todo lo que da contra ella se despedaza”.

Rodolfo Wilcock, en la introducción de la edición italiana de “Dictionaire des idées reçues” de Gustave Flaubert, asegura que:

“A lo largo de la vida de Flaubert, la imagen de la Estupidez arrastrada por la poderosa marea de los tiempos continuó creciendo a sus ojos, no solo como atributo imposible de erradicar de la especie humana, sino en cuanto a Poder Cósmico, éter que rodeaba a toda palabra dicha, del cotilleo de los entremetidos a las conferencias de los académicos, los llamamientos de los políticos y los preceptos de los farmacéuticos, las imágenes de los poetas y los protocolos de los científicos”.

Konrad Adenauer dijo: “Si el Creador puso tan graves límites a la inteligencia humana, parece injusto que no haya puesto también límites a la estupidez humana”.

Alejandro Dumas hijo aseguraba: “Prefiero los malvados a los imbéciles, porque aquellos al menos dejan algún respiro”.

Anatole France insiste en el concepto de infinito: “Nada es infinito en el universo salvo la estupidez de los hombres”.

Baltasar Gracián es más cáustico: “Son tontos los que lo parecen y la mitad de los que no lo parecen”.

Molière dijo: “Un tonto ilustrado es más tonto que un tonto ignorante”. (Están en todas partes)

Montaigne: “Nadie está libre de decir estupideces, lo grave es decirlas con énfasis”. (¿Le recuerda a alguien?)

Ortega y Gasset: “Una estupidez no se puede dominar si no es con otra”. (Efecto dominó)

La Rochefoucauld: “Se puede ser necio teniendo talento, pero jamás teniendo juicio”. (Entendiendo por juicio el razonamiento de los no necios)

Saint-Exupery: “Ser necio de nacimiento es una enfermedad incurable”. (Todos los idiotas lo son de nacimiento, luego incurables)

George Bernard Shaw: “La osadía de los tontos es ilimitada, y su capacidad para arrastrar a las masas, insuperable”. (Abundan entre los políticos)

Paul Henri Spaak: “La estupidez es la más extraña de las enfermedades, el enfermo nunca sufre, los que de verdad la padecen son los demás”.

Refranero popular:

Lo que natura no da, Salamanca no presta. (De nada sirve ilustrarse)

El maestro Ciruela, que no sabía leer y puso escuela. (Hay muchos enseñando)

Quien tonto nace, tonto se yace. (Abunda en que es para toda la vida)

 

En vez de dejarnos arrastrar por el abatimiento intentemos analizar el asunto desde un punto de vista positivo. El hecho incuestionable es que la estupidez está ahí y debe ser por algo. Si forma parte significativa del equilibrio del universo tendremos que encontrar su razón de ser. No es razonable pensar que se debe a un error del Orden Supremo. Si existe y no es posible erradicarla se debe sin duda a que su concurso es necesario para mantener el buen funcionamiento del conjunto. Es necesario seguir investigando.

 

viernes, 1 de noviembre de 2024


 De saqueos e incompetencias.

A nadie se puede culpar de que llueva mucho. Pero sí de las consecuencias que causa esa lluvia extraordinaria. Hay que exigir responsabilidades a los que se supone que están a los mandos. Los que tienen los medios para intervenir en los acontecimientos. Las fuerzas de la naturaleza no son un castigo inevitable, se pueden controlar hasta cierto punto, un terremoto de idéntica intensidad causa miles de muertos en Afganistán y ninguno en Japón. Se trata de prevenir y poner los medios para minimizar las consecuencias. Se trata de tener gente competente a los mandos. Cuando murió Franco tuvimos un período de seis años de transición de un régimen autocrático a una incipiente democracia. Esa difícil metamorfosis se hizo con éxito debido a unas personas inteligentes y capaces que lideraron el proceso y superaron las enormes dificultades que suponía el cambio entre la oposición del antiguo régimen y los constantes atentados de ETA. En el 82 ganó las elecciones Felipe González y desde entonces se han ido sucediendo gobiernos de PP y PSOE, 42 años. Esto ha propiciado una masa de personas que ha encontrado en la adscripción a esos partidos su modo de vida. Auténticos maniobreros de la política que han entrado en uno u otro partido muy jóvenes y han desarrollado toda su vida profesional al amparo de esas enormes maquinarias de poder. Según Peter en una organización jerarquizada las personas van ascendiendo hasta alcanzar su nivel de incompetencia y ahí se quedan hasta el final. No hay organización más grande ni más jerarquizada que un partido político. Estos 42 años han producido unas enormes estructuras colonizadas por incompetentes cuya principal preocupación es adular a sus jefes que a su vez procuran rodearse de halagadores que les alimenten sus egos. Son personas sin preparación, sin cualidades, sin conocimientos, sin la inteligencia necesaria para desarrollar su labor. Incapaces. En una gran mayoría los que viven de la política están menos preocupados por servir a los demás que por servirse a sí mismos. No están en política para intentar mejorar la sociedad sino para mejorar sus propias vidas. Los más espabilados medran y se enriquecen. Da igual el partido en el que desarrollen sus existencias porque las ideologías no son más que una mera excusa para hacer como que se enfrentan unos contra otros y de ese modo tener entretenidos a los inocentes ciudadanos que cada cuatro años acuden a depositar la papeleta en la urna. El objetivo de todos ellos es el mismo, saquear. El saqueo es el primer impulso del ser humano, solo contenido y encauzado por la educación en valores. Acabamos de constatar cómo gente sin escrúpulos aprovechan el descontrol producido por las riadas para saquear comercios y viviendas particulares. Gente sin valores, sin cultura ni educación que controle sus instintos primitivos. Este es el saqueo de los que están en la base de la estructura, saqueo a la vista de todos y a pequeña escala, el de los que están arriba es más sofisticado, oculto y mucho más perjudicial. A medida que se han ido despreciando los valores la sociedad se ha ido asilvestrando. Es un proceso lento pero constante. Menospreciar o vilipendiar todo lo que hicieron nuestros ancestros es un modo de rechazar los valores que nos dejaron. Quienes se postulan para dirigir a sus semejantes deben responder de sus acciones y de sus inacciones. Es muy posible que se hubieran podido disminuir los terribles efectos de la naturaleza desatada y se hubieran salvado vidas. Antes, limpieza de los cauces, desbroce de los montes, desvío de barrancos, construcción de presas en vez de destruirlas, advertencias precisas y a tiempo a la población; y después una actuación coordinada, rápida y eficaz de todas las administraciones sincronizadas, incluyendo al ejército, en vez de arrojarse las culpas unos a otros. Debemos exigir responsabilidades desde el número 1 hasta el último. El que no sirva para servir que se dedique a otra cosa.


martes, 22 de octubre de 2024


 Leyes de la estupidez humana según Carlo M. Cipolla.

1ª - Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo.

2ª - La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona.

3ª - Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o a un grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio.

4ª - Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.

5ª - La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado.

domingo, 13 de octubre de 2024


 

El gran tramposo.

Estos días se ha destapado un escándalo de proporciones colosales que afecta al gobierno de la nación. Una trama que aflora las más mezquinas bajezas del ser humano. Dijo alguien que el primer impulso del hombre es el saqueo y parece que esta impudicia lo corrobora. En el momento en que alguien está en posición de saquear, saquea. Los saqueadores abundan, están en todas partes. No tienen ideología, las etiquetas no son mas que herramientas que utilizan para trepar hasta la posición de saqueo. Se valen de la ingenuidad de la gente para ser elevados al lugar en el que pueden saquear impunemente.

Es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados. Tal vez es por eso que a una gran parte de la población el saqueo de unos cuantos solo parece importarle relativamente. Se ha instalado en la sociedad la doctrina de contemplar las cosas con el filtro de la propia parcialidad. No se ven los delitos intentando ser asépticos y objetivos sino en función de quién los comete. Si es de los míos no tiene gran importancia, para que roben los otros mejor que saqueen los míos.

¿Y por qué pasa esto? Yo creo que porque se han perdido los valores. Se han quedado obsoletos, anticuados, casi risibles. ¿A quién le importan? Valores como honestidad, honradez, probidad, respeto, se han perdido o han dejado de ser importantes. Prima el relativismo, el manfutismo, el ¿qué más da? Mientras no me afecte a mí allá cada cual. Pero sí afecta. A corto o largo plazo todo afecta a todos. Ante el saqueo no hay que quedar impasible.

Se ha perdido el respeto. El respeto al prójimo es importante, respeto a los mayores, a los profesores, a los más débiles, respeto a la palabra dada, respeto a uno mismo. Una persona que miente una y otra vez no se respeta a sí misma ¿cómo va a respetar a los demás? Tenemos de presidente a un tramposo, acreditado como tal por sus propios compañeros cuando le pillaron en las elecciones de su partido en 2016 metiendo papeletas en una urna detrás de una cortina. Lo expulsaron pero incomprensiblemente volvió para hacerse con el mando del partido y de ahí llegar a la presidencia de la nación. Sin ganar las elecciones. No le hizo falta. Le bastó con aliarse con separatistas, independentistas, filoetarras, comunistas, golpistas, extrema izquierda y extrema derecha. Tiene mérito desde luego, se necesita mucha habilidad para ser un gran tramposo. Pero un tramposo lo es siempre, en todo momento, está en su naturaleza. Y el gran tramposo ha seguido haciendo trampas como si a nadie le importase.

Puede que estos escándalos que le cercan acaben con sus trampas. O puede que no. Un tramposo siempre tiene una carta escondida y un gran tramposo más de una.

viernes, 4 de octubre de 2024

Pedir perdón.



 La señora Presidenta de México exige, al igual que su antecesor, que Felipe VI pida disculpas en nombre de todos los españoles por lo que hicieron nuestros ancestros hace 500 años. La señora Presidenta dice que Hernán Cortés, junto a trescientos españoles de a pie, 12 caballos y unos cuantos perros, conquistó un Imperio bien desarrollado causando un genocidio de varios millones de ciudadanos. A primera vista podría parecer una boutade de las muchas que dicen los dirigentes de cualquier país, personajes que por algún misterio insondable se erigen en conductores de sus congéneres sin las debidas cualidades para hacerlo. Eso pasa en prácticamente todos los países, desde los más cercanos a los más alejados. Parece condición humana el dejarse conducir por los menos adecuados y México no es una excepción.

Sin embargo un análisis más minucioso de la cuestión podría llevarnos a concordar con la reflexión de la señora Presidenta. Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la humanidad, si no el mayor del que derivan todos los otros, es la superpoblación descontrolada. En 1900 el mundo tenía 2.000 millones de habitantes. Hoy sobrepasamos ampliamente los 8.000 millones y crecemos cada vez más deprisa. Hay quién dice que esta es la principal causa del calentamiento global y de todos los otros males que amenazan a la especie humana, incluida la falta de alimentos para tanta gente. Hernán Cortés interrumpió una sociedad que se comía a sus vecinos. Los aztecas organizaban una especie de juegos florales sistemáticos en los que hacían batidas para capturar a miembros de otros pueblos cercanos que después se comían en grandes banquetes. Esta es una forma eficiente de evitar el crecimiento descontrolado de la humanidad y al tiempo acabar con el problema de la escasez de alimentos. Los aztecas no conocían la rueda pero sin duda ya preveían el problema de superpoblación que padecemos. Si Cortés no hubiera interrumpido el desarrollo de su sociedad, tal vez habrían construido barcos capaces de cruzar el atlántico en sentido opuesto al de Colón, habrían llegado al continente europeo y habrían instalado en todo el mundo su progresista sistema de control. En aquel tiempo la tierra tenía unos 500 millones de habitantes, una cantidad muy razonable. La política de los aztecas habría permitido controlar el crecimiento por el sencillo y eficaz sistema de comerse a sus enemigos. Los pueblos dominadores comerían a los dominados y la población mundial se mantendría estable. Desgraciadamente este visionario método fue interrumpido por Cortés y sus acompañantes. Tal vez tendría Felipe VI que pedir perdón por eso.       

lunes, 9 de septiembre de 2024


 

Un 9 de septiembre como hoy de 1541 fue nombrada Gobernadora de Guatemala doña Beatriz de la Cueva convirtiéndose así en la primera mujer en ostentar un cargo tan relevante en las Indias españolas. Su esposo y anterior gobernador don Pedro de Alvarado había muerto dos meses antes batallando contra los indios chichimecas en Nueva Galicia, hoy Jalisco en México. Fue arrollado por el caballo de un compañero quedando gravemente herido y muriendo a los pocos días, el 4 de julio. Alvarado, uno de los más importantes conquistadores, acompañó a Cortés en la conquista de Tenochtitlán y cuando este marchó apresuradamente al encuentro de Pánfilo de Narváez que acababa de desembarcar con un gran contingente de tropas, Alvarado quedó al mando de la plaza. Avisado de una posible rebelión de los sacerdotes aztecas quiso adelantarse y organizó la matanza del Templo Mayor. Aquello provocó el levantamiento de toda la población y los españoles tuvieron que escapar en lo que pasó a la historia como la Noche Triste. Alvarado al que los indios llamaban Tonatiuh, el sol, porque era rubio y alto, fue de los últimos en escapar y cuentan las crónicas que atravesó uno de los canales que habían abierto para dificultar la huida apoyando la lanza en el fondo a modo de pértiga y dando un gran salto, el salto de Alvarado. Antes de casar con Beatriz había desposado a la princesa tlaxcalteca Tecuelhuetxin Xicohténcatl, más tarde conocida como doña Luisa, y después casó con doña Francisca de la Cueva, que murió al poco de llegar a América. Francisca era la mayor de seis hermanas y tenía otros siete hermanos, eran otros tiempos. Al morir, Alvarado volvió a casar con una de las hermanas, Beatriz. Mujer de gran belleza llegó a las nuevas tierras con un séquito de más de veinte jóvenes nobles que iban a casar y a procrear.

Beatriz de la Cueva al enviudar se hacía llamar “la sin ventura” y como si fuese una premonición murió solamente dos días después de ser proclamada gobernadora debido a un fuerte terremoto que arrasó la ciudad y provocó el derrumbe de la capilla donde se encontraba rezando.

domingo, 8 de septiembre de 2024

 



El desembarco.

Tal día como hoy, el 9 septiembre de 1925 se produjo el desembarco de Alhucemas, operación que supuso el fin de la guerra del Rif. 

"En septiembre de ese mismo año las fuerzas españolas apoyadas por buques franceses desembarcaron en Alhucemas y comenzaron la recuperación del terreno perdido tras el desastre de Annual. Al fin el gobierno de París se había decidido a colaborar con los españoles para acabar con la rebelión de los rifeños. Durante mucho tiempo quisieron creer que el problema era sólo de España, pero cuando vieron que Abdelkrim se lanzaba contra las líneas del protectorado francés y estuvo a punto de lograr otro éxito como el de Annual, se asustaron. Sustituyeron al general Lyautey por Pétain y éste organizó una gran contraofensiva en colaboración con las tropas españolas. Abdelkrim no tenía fuerzas para enfrentarse a dos ejércitos a la vez y comenzó a retroceder.

El desembarco de Alhucemas provocó que 13.000 hombres llegasen al corazón de la cabila de los Beniurriaguel, hecho que hasta la fecha había sido imposible de conseguir por tierra. Las tropas avanzaron por el territorio y unos días más tarde ocuparon Axdir y el Cuartel General de Abdelkrim. El caudillo rifeño se vio obligado a retroceder hacia el sur. Cada vez más hostigado y aprisionado entre los ejércitos español y francés, finalmente se convenció de que se había quedado sin posibilidades de ganar la guerra. Cuando vio que estaba a punto de caer en manos de los españoles, se entregó a las autoridades francesas con las que había pactado previamente.

 El gobierno español reclamó al prisionero para juzgarlo en España, pero Francia no accedió y lo deportó a la isla de Reunión.

Con la marcha del líder beréber se acabó el sueño de la República Independiente del Rif."

Extracto de mi novela "Me quedé en Tánger".



sábado, 24 de agosto de 2024


Esta es una imagen del tráfico de esclavos del siglo XXI. Miles de pateras dispuestas para personas desesperadas que pagan cantidades enormes a mercaderes sin escrúpulos que se enriquecen con su desgracia. Y ahí hay que incluir a las llamadas ONG´s que ayudan a incrementar el tráfico con su pretendida humanidad. De buenas intenciones están los cementerios llenos y el fondo del mar también. Solo el dato de que en la última década han muerto ahogadas en el Mediterráneo 30.000 personas intentando llegar a costas europeas sería suficiente para detener inmediatamente este tráfico miserable. La incesante llegada de inmigrantes indocumentados es un fenómeno imposible de explicar empleando la lógica. Hay que intentar acudir a teorías de difícil comprensión para la gente corriente. Es incomprensible que no se pongan los medios para detener la invasión de hombres jóvenes, indocumentados, de trayectoria personal desconocida, sin conocer el idioma, sin formación, de costumbres distintas y  hasta opuestas, que acceden al país sin control y una vez dentro son distribuidos por ciudades y pueblos para que se busquen la vida como buenamente puedan, o sea invitándolos a la delincuencia. Al tiempo que se lanzan mensajes de que la IA va a acabar con gran parte de la mano de obra se justifica la llegada de estas personas sin formación por la necesidad de mano de obra barata. Es como decir que se necesitan esclavos para mantener el supuesto estado de bienestar cada vez más endeudado. Más o menos se argumenta que estos jóvenes van a trabajar para pagar las pensiones de los europeos viejos. Un joven español puede comprender que los mayores que van pasando a disfrutar de la jubilación se lo han ganado con su trabajo de muchos años y además entre ellos están sus padres o sus abuelos. Es una situación aceptada, reconocida y asumida por nuestra sociedad. ¿Pero un joven proveniente de otra cultura completamente distinta creen que va a aceptar deslomarse para que ancianos con los que no tienen el menor vínculo se beneficien de su esfuerzo? Yo creo que no. Los inmigrantes que tengan que venir que lo hagan por los conductos regulares, identificados, mejor con familias, con mujeres y niños, con la seguridad de que van a ser adecuadamente atendidos y con la posibilidad cierta de que van a encontrar un trabajo digno que les va a permitir integrarse en la sociedad de acogida. La invasión descontrolada actual que además se va incrementando aceleradamente no es bueno ni para los que llegan ni para los que la padecen. Es una auténtica locura que nos empuja al abismo. Los dirigentes incapaces de detener este caos ya no sé si son simplemente inútiles o son cómplices de esta insensatez. 

 

miércoles, 17 de julio de 2024


 

¿1984 o 2024?

Eric Athur Blair, más conocido como George Orwell, publicó su novela “1984” en 1949, poco antes de su fallecimiento. En esa fecha, 1984 representaba un futuro lejano que el escritor imaginó amenazador para el ser humano, sombrío en cuanto a libertades individuales. Parece que se equivocó en la fecha, pero no tanto en la configuración de la sociedad futura. Resultan inquietantes las semejanzas que podemos encontrar entre los pesimistas presagios de la novela y lo que estamos viviendo en 2024. El Estado imaginado por Orwell tiene un Ministerio de la Verdad que se dedica a manipular o destruir los documentos históricos de todo tipo para hacer coincidir el pasado con la versión oficial. Y por eso en la sociedad imaginada:

“El pasado había sido borrado, se había olvidado que había sido borrado y de ese modo la mentira se convertía en verdad.”

Porque el que manda sabe que:

“Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado.”

En aquel mundo supuestamente imaginario las consignas oficiales proclamaban: “La guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia es la fuerza”. Mucho de eso está pasando cuando los medios intentan convencerte de que lo que estás viendo no es lo que ves sino lo que ellos dicen que ves.

Aquí estamos asistiendo constantemente a correcciones del pasado y no de un pasado remoto de difícil percepción sino a un pasado reciente que conservamos en la memoria o creemos conservar. En pocos días nos hemos enterado de que los sucesos de Barcelona en 2017 no existieron, nadie se rebeló contra el orden vigente, nadie provocó una peligrosa rebelión, nadie instigó para arrasar las calles, lo que pasó, si es que algo pasó, no fue provocado por nadie. Igualmente hemos sabido que nadie defraudó 680 millones de euros públicos en Andalucía. Simplemente se evaporaron, suponiendo que alguna vez existieran esos millones, y si existieron como no eran de nadie, nadie tiene que hacerse responsable de su presunta existencia. Las sentencias del Tribunal Supremo son anuladas o eliminadas. No entiendo por qué se llama Supremo si hay otro que anula o elimina sus decisiones. Debería pasar a llamarse Tribunal Supuestamente Supremo.

Hace unos días se cumplieron 27 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco, podemos dudar de que eso sucediera o de que nosotros mismos participásemos en aquellas multitudinarias manifestaciones de repulsa por el abyecto crimen puesto que los presuntos responsables o sus acólitos están gobernando en las instituciones de todos. Puede que todo no sea sino un espejismo, una visión errónea de nuestra falible memoria.

Las leyes existentes y las que se van creando a conveniencia del poder solo permiten una verdad que es la oficial y para sostenerla se destruyen u ocultan monumentos y estatuas, se silencian y censuran documentos o se vituperan y desacreditan cualesquiera testimonios que disientan de la versión estatal, la única que puede ser tenida por cierta.

Porque como decía Orwell:

“La realidad existe solo en la imaginación. Aunque no en la imaginación individual, que es falible y perecedera, sino en la del Partido, que es colectiva e inmortal. Lo que el Partido diga que es cierto, es cierto. Es imposible ver la realidad si no es a través de los ojos del Partido.”

Cuando el Partido se concentra en una sola persona la situación se agrava.

Orwell estuvo en Barcelona durante la guerra civil española. Vino para participar y tuvo que escapar apresuradamente antes de que lo mataran sus supuestos correligionarios según cuenta en su novela “Homenaje a Cataluña”.

En otro ensayo sobre esa guerra dice:

“Ya de joven me había fijado en que ningún periódico cuenta nunca con fidelidad cómo suceden las cosas, pero en España vi por primera vez noticias de prensa que no tenían nada que ver con los hechos, ni siquiera la relación que se presupone en una mentira corriente… En realidad vi que la historia se estaba escribiendo no desde el punto de vista de lo que había ocurrido, sino desde el punto de vista de lo que tenía que haber ocurrido según las distintas “líneas de partido”. Me parece que la idea de verdad objetiva está desapareciendo del mundo. El objetivo tácito de esa argumentación es un mundo de pesadilla en el que el jefe, o la camarilla gobernante, controla no solo el futuro sino también el pasado. Si el jefe dice de tal o cual acontecimiento que no ha sucedido, pues no ha sucedido.”

De las predicciones de su novela decía: “Yo no creo que el género de sociedad que describo vaya a suceder forzosamente, pero sí creo que puede ocurrir algo parecido.”

Está sucediendo.

jueves, 2 de mayo de 2024

 


Alicante – Tánger

El día era espléndido. Un hermoso día de finales de primavera. La mar lucía apacible. Una brisa suave aliviaba el tímido calor. Varias gaviotas bailaban en el límpido cielo. Los pasajeros pagaban su billete e iban subiendo a bordo. Alegres confiados. El barco parecía sólido, el capitán saludaba desde su puesto de mando. Ni muy joven ni muy mayor, la edad idónea para un capitán, gorra de capitán, gafas de capitán, porte de capitán, transmitía confianza. Cuando todos estuvieron acomodados el buque inició el desatraque. En pocos minutos salió del puerto y enfiló hacia el sur. A tres millas de la costa pareció que cambiaba el rumbo. ¿Qué pasa? Preguntó algún pasajero. Otros se hicieron la misma pregunta. El murmullo se extendió por la cubierta. Se hizo tan fuerte que llegó al puesto de mando. La voz del capitán sonó por los altavoces. “Nos dirigimos a Malta”. “Pero nosotros queremos ir a Tánger, compramos el billete para ir a Tánger, usted nos dijo que nos llevaría a Tánger”. “He cambiado de opinión, yo sé lo que ustedes quieren, yo sé que realmente quieren ir a Malta”.

Los pasajeros subieron al puesto de mando, agarraron al capitán y lo lanzaron por la borda. Uno de ellos se puso a los mandos y fueron a Tánger.