jueves, 5 de diciembre de 2019

En defensa del ujier.



Hace casi cuatro años, escribí lo siguiente:

He estado siguiendo la sesión de investidura y me ha llamado la atención un hecho ciertamente lamentable. Cada vez que un diputado o diputada se situaba en el estrado para deleitarnos con la correspondiente retahíla de lugares comunes, un caballero de cierta edad subía los escalones que llevan al atril con un vaso de agua para su señoría. Este señor iba embutido en un circunspecto uniforme acompañado de la correspondiente corbata perfectamente anudada al gollete. Una vestimenta impecable pero a todas luces molesta. Sin embargo, la señoría de turno vestía en ocasiones de modo que podríamos calificar como desenvuelto, tal vez rozando la ordinariez. Me parece humillante. ¿Por qué se obliga a un empleado subalterno a vestir de modo encorsetado e incómodo mientras los próceres de la patria van como si estuvieran en un chiringuito de la playa? Reclamo el derecho de los ujieres a vestir pantalón corto y chancletas, si ese es su deseo, para que puedan realizar su labor de un modo más relajado y placentero. Mantenerlos oprimidos en los uniformes me retrotrae a los tiempos de la esclavitud, es una prueba fehaciente de que no se han eliminado las odiosas diferencias de clase. Estas señorías que tan preocupados se muestran con las desigualdades sociales deberían empezar por eliminarlas de su lugar de trabajo (es un decir). Es una falta de respeto a los humildes trabajadores obligarlos a vestir de un modo que esquivan alegremente los que deberían dar ejemplo. Si los diputados y diputadas persisten en acudir al Congreso, el recinto en el que están representando a todos los ciudadanos, como si se acabaran de levantar de la cama después de haber dormido con la ropa puesta, justo es que los ujieres y demás empleados del lugar vistan como les venga en gana.

A raíz de la reciente sesión de constitución de las nuevas cortes he podido constatar que en el tiempo transcurrido, no solo no hemos mejorado, sino que la cosa ha ido francamente a peor. Ya no solo por la falta de cuidado en la forma de vestir, sino y más grave, en la forma de proceder. Lo primero que tienen que hacer los nuevos diputados y diputadas para ocupar sus escaños, y en consecuencia, para cobrar sus sueldos, es, lógicamente, jurar o prometer la Constitución. Es muy sencillo, hasta un niño puede hacerlo. Sin embargo sus señorías se enredan en bastardear la formula añadiendo al simple hecho de decir “juro” o “prometo” las mayores idioteces que se le pueden ocurrir a un cerebro infantiloide. Además de estúpido, es indignante que los que están allí para representarnos porque nos hemos molestado en ir a votar unas listas en las que iban incluidos, y que van a cobrar de los impuestos que nos detraen a todos, no guarden la mínima compostura con las formas que la importancia del acto demanda. Y es indignante que la presidencia, que debería ser cuidadosa con la solemnidad del momento, pase por alto esos comportamientos que desvirtúan la ceremonia y asuma que han aceptado la Constitución unos personajes que realmente están diciendo que no la aceptan. Estoy harto de que nosotros, los sufridos paganos, tengamos que soportar estas humillaciones. Estoy harto de que estos politicuchos de mierda se rían de los que les hemos votado. Estoy harto de que no sean capaces ni de cumplir con la mínima obligación que les corresponde. Estoy harto de que cualquier mindundi sin preparación se crea autorizado a pasarse por el forro normas y comportamientos que nos exigen a todos los demás. Y por eso reivindico que los ujieres, por ser lo que están más cerca de esas supuestas señorías, adopten conductas similares y cuando, por ejemplo, les demanden un vaso de agua, contesten: “Pídeselo a Snoopy, o al Capitán Trueno, o a Spiderman.” Y que se les seque la garganta. Total, para las idioteces que dicen.         

jueves, 21 de noviembre de 2019

El virus de la idiotez.


Hace poco, en una televisión belga le hicieron una entrevista al fugado exhonorable y en esa ocasión los entrevistadores no parecían sus mejores amigos. Viendo la reacción del interpelado no hay más remedio que plantearse unos cuantos interrogantes:
1-¿Cómo es posible que un personaje tan idiota y ridículo tenga seguidores? A menos que estos sean tanto o más idiotas que el propio sujeto.
2-¿Cómo es posible que un personaje tan idiota mantenga ascendencia sobre los que ahora están al mando del Gobierno de Cataluña? A menos que estos sean tanto o más idiotas que el propio sujeto.
3-¿Cómo es posible que un personaje tan idiota mantenga en jaque al Gobierno de España? A menos que los integrantes del Gobierno de España sean tanto o más idiotas que el propio sujeto.
4-¿Cómo es posible que un personaje tan idiota pueda poner en peligro la convivencia de todo un país? A menos que la mayoría de sus habitantes seamos tanto o más idiotas que el propio sujeto.
La idiotez es un virus terrible que se propaga subrepticiamente adueñándose de la voluntad de las personas. Cada vez se extiende más y nadie parece intentar poner remedio. Está muy bien investigar el alzheimer, el cáncer, el sida, y todas esas terribles enfermedades que nos amenazan, pero alguien debería investigar la idiotez, un mal que ha causado a lo largo de la historia, más desgracias, sufrimiento y muertes que cualquier otra epidemia maligna. Harían bien los gobiernos en dedicar tiempo y recursos a esa investigación. A menos que todos ellos estén ya infectados irremisiblemente por el virus. 

domingo, 3 de noviembre de 2019

Palabras de origen americano.


El idioma castellano se ha ido enriqueciendo a lo largo de los siglos con expresiones originarias de las lenguas de otras culturas con las que los españoles entablaron una fuerte y duradera relación. De los pueblos originarios de América han quedado algunos términos muy arraigados, de uso muy habitual, como canoa, piragua, chicle, tomate o chocolate. Otros tuvieron menos éxito pero ahí están. Esta es una pequeña relación de algunos de ellos. 

Palabras de origen taíno.
Areito – Danza india.
Baquiano – Rastreador, guía, veterano.
Barbacoa – Parrilla, artilugio con palos en punta.
Bejuco – Planta sarmentosa y trepadora, propia de regiones tropicales.
Bohío – Morada india, choza hecha de palma, madera o ramas, sin más respiradero que la puerta.
Cacique - Jefe indio.
Canoa – Bote indio.
Cazabe – Torta que se hace en partes de América con harina sacada de la raíz de la mandioca.
Chaquira – cuentas, abalorios, collares que llevaban los españoles
Coa – Palo para cavar.
Conuco – Porción de tierra que los indios taínos dedicaban al cultivo.
Cocuyo o cucuyo - Insecto de América que emite una luz azulada bastante viva por la noche.
Curare – Sustancia negra, resinosa y muy tóxica, se extrae de varias plantas y paraliza los nervios.
Dúho – Asiento bajo de honor.
Guanín – Aleación de oro de baja calidad.
Guacamayo – Ave de América, especie de papagayo, con plumaje de vistosos coloridos.
Guasábara – Motín, conflicto, enfrentamiento.
Guayaba – Fruto del guayabo.
Guayabo – Árbol de América de la familia de las Mirtáceas.
Guayacán – Árbol de América tropical de la familia de las Cigofiláceas, de hasta doce metros de altura.
Huracán – Viento de fuerza extraordinaria.
Macana – Arma ofensiva parecida al machete, hecha de madera dura, y con filos cortantes de obsidiana.
Maíz – Planta de la familia de las Gramíneas, produce mazorcas con granos gruesos muy nutritivos.
Maguey – Pita, planta de la familia de las Amarilidáceas. De una variedad se saca un líquido azucarado del que se hace el pulque.
Magueyal – Terreno plantado de magueyes.
Mamey -  Árbol de las Gutíferas de hasta 15 m de altura. Fruto de ese árbol.
Naboría – Sirviente indio permanente.
Nagua – Saya interior de tela blanca a modo de falda.
Piragua – Embarcación larga y estrecha, mayor que la canoa, hecha generalmente de una pieza.
Taíno – Individuo perteneciente a los pueblos amerindios de las Antillas. Lengua de esos pueblos.
Tuna – Higuera, con fruto del mismo nombre.
Yuca – Planta de América tropical con flores blancas y raíz gruesa de la que se saca harina alimenticia.

Palabras de origen náhuatl.
Acahual – Especie de girasol. Hierba alta y de tallo grueso.
Acocote – Calabaza larga agujereada en ambos extremos, se usa para extraer el aguamiel del maguey.
Amate – Árbol de la familia de las moráceas. Produce un jugo lechoso que se usa como resolutivo.
Atole – Bebida caliente de harina de maíz disuelta en agua o leche.
Aguacate – Árbol de América de la familia de las Lauráceas. Fruto de ese árbol.
Ayote – Calabaza.
Cacao – Árbol de América de la familia de las Esterculiáceas. Semilla de ese árbol.
Cacahuete – Planta papilionácea de fruto con cáscara coriácea, y semilla comestible. De ella se obtiene también aceite.
Calpixque – Capataz, encargado de otros indios.
Camote – Batata.
Capulí – Árbol rosáceo.
Capulina – Cereza que produce el capulí.
Chalchihuite – Especie de jade verde muy apreciado por los antiguos mexicas.
Chía – Semilla de una especie de salvia. Se utiliza para hacer refresco.
Chicalote – Planta de la familia de las Papaveráceas, con semilla en cápsula ovoide. Se usa en medicina.
Chicle – Gomorresina que fluye del tronco del chicozapote. Se mastica y se vende en panes.
Chicozapote – Árbol americano de la familia de las Sapotáceas, de unos veinte metros de altura.
Chile – Pimiento.
Chocolate – Pasta hecha con cacao y azúcar.
Copal – Árbol de la familia de las Burseráceas, de los que se extrae la resina del mismo nombre.
Coyote – Especie de lobo que se cría en México y otros países de América.
Epazote – Planta herbácea de un metro, se toma en infusión.
Escaupil – Sayo de armas acolchado con algodón, usado por los antiguos mexicanos.
Galpón – Casa grande, cobertizo grande con paredes o sin ellas.
Guaje – Planta de la familia de las Cucurbitáceas. Fruto de esa planta.
Huipil – Blusa adornada, enagua o falda que usan las mujeres indígenas en Centroamérica.
Jícama – Tubérculo comestible parecido a la cebolla.
Macehual – Macegual, hombre que se dedicaba al transporte de carga, peón, jornalero.
Mastate – De maxtlatl, ceñidor que usaban los aztecas, pañal o braga.
Nahua – Se dice de un pueblo que habitó América Central antes de la llegada de los españoles. Lengua principalmente hablada por los mexicanos.
Nopal – Planta de las Cactáceas. Su fruto es el higo chumbo.
Petate – Estera de palma.
Pozole – Guiso de maíz tierno, carne y chile.
Pulque – Bebida alcohólica, blanca y espesa, que se obtiene por fermentación del jugo extraído del maguey con el acocote.
Quetzal – Ave de hermosos colores, verde y rojo.
Sonzapote – Árbol de las Rosáceas de hasta 30 m de altura, de fruto con pulpa amarilla.
Tamal - Empanada de masa de harina de maíz envuelta en hoja de plátano.
Tameme – Cargador indio que acompañaba a los viajeros.
Tecojote – Planta rosácea de fruto amarillo. Fruto de esa planta.
Tecolote – Búho. En México, miembro del cuerpo de policía.
Teponastle – Instrumento musical indígena, parecido a un tambor pequeño.
Teul – Dios en náhuatl. En Honduras, español que llegaba a América, extranjero, explotador.
Tomate – Fruto de la tomatera.
Tul – Planta de la familia de las Tifáceas, de dos metros de altura, con las hojas en forma de espada.
Tule – Planta de tallo largo con cuyas fibras se tejen petates y asientos de sillas.
Zapote – Árbol americano de la familia de las Sapotáceas. Fruto de ese árbol.
Zompantli – En los templos aztecas, lugar en donde se colocaban en fila los cráneos de las víctimas.

Palabras de origen maya.
Cigarro – Rollo de hojas de tabaco que se enciende por un extremo y se fuma.
Cu – Templo o adoratorio de los indígenas prehispánicos en Mesoamérica.
Henequén – Planta amarilidácea, parecida a la pita.

Palabras de origen quechua.
Cancha – Terreno, espacio, sitio llano y desembarazado.
Caucho – Látex producido por varias moráceas y euforbiáceas intertropicales.
Chácara – Chacra, alquería o granja.
Chácara – Monedero, bolsa tejida con fibras vegetales.
Chaco – Montería con ojeo, que hacían los indios de América, estrechando en círculo la caza.
Chasqui – En el Imperio incaico, mensajero que transmitía órdenes y noticias.
Chuspa – Bolsa, morral.
Cóndor – Ave rapaz de más de un metro de longitud y tres de envergadura, plumaje negro azulado, collar blanco, y espalda y parte superior de las alas también blancas. La mayor de las aves que vuelan.
Cucayo – Provisiones de boca que se llevan en el viaje.
Curaca – Cacique, potentado o gobernador.
Guaca – Sepulcro de los antiguos indios. Tesoro escondido o enterrado.
Guanaco – Mamífero rumiante de metro y pico de los Andes.
Guaraca – Cuerda que se arrolla a la peonza para hacerla bailar.
Mamacona – Entre los incas, matrona dedicada al servicio de los templos, a su cuidado estaban las jóvenes vírgenes del Sol.
Mitimae – Miembro de un grupo que es trasladado de su lugar de origen a otro distinto por fines políticos.
Ñuto – Machacado, molido. Añicos, trizas, polvo.
Ojota – Sandalia hecha de cuero o filamento vegetal que usaban los indios del Perú.
Papa – Patata.
Pirca – Pared de piedra en seco.
Pucará – Fortaleza con gruesas pircas que se construían en alturas estratégicas.
Quipu – Cada uno de los ramales de cuerdas anudados, de varios colores, que los indios del Perú usaban para suplir la falta de escritura. También expresaban números.
Runa – Hombre indio.
Tambo – Tienda rural pequeña. Especie de corral.
Vicuña – Mamífero rumiante parecido a la cabra, de cuello largo y erguido, vive en los Andes
Vizcacha – Roedor que vive en Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Es de cuerpo rollizo y mide unos 80 cms.

Palabras de origen caribe.
Caoba – Árbol de la familia de las meliáceas que alcanza unos 20 mtrs de altura.
Colibrí – Pájaro insectívoro de tamaño muy pequeño y pico largo y débil.

Palabras de origen aimara.
Aimara – Se dice del individuo de una raza que habita la región del lago Titicaca.
Alpaca – Mamífero rumiante, de la misma familia que la llama. Pelo de este animal. Paño hecho con este pelo.
Amauta – En el antiguo imperio de los incas, sabio o filósofo.
Coya – Entre los antiguos incas, mujer del emperador, soberana, princesa.

domingo, 27 de octubre de 2019

Palabras de origen árabe.



Los árabes invadieron la península ibérica en el siglo VIII y no la abandonaron hasta el XV. En todo ese tiempo la lengua castellana se enriqueció con nuevos términos aportados por los invasores. Nuestro idioma posee unos 3.000 vocablos de origen árabe. Solo las palabras que comienzan con la letra A, el grupo más numeroso, superan las 600. Son palabras, la mayoría, de hermosa sonoridad

Las relacionadas con las plantas y con el agua son quizás las más musicales:
Albahaca – Planta de la familia de las Labiadas, de flores blancas y fuerte aroma.
Alberca – Depósito artificial de agua, para el riego. 
Albitana – Cerca con que los jardineros resguardan las plantas.
Albufera – Laguna litoral, en costa baja, de agua salina.
Alcorque – Hoyo que se hace al pie de las plantas para retener el agua de riego.
Alema – Porción de agua de regadío que se reparte por turno.
Alfaguara – Manantial copioso que surge con violencia.
Algarroba. Algazul. Alhelí. Alheña. Alforfón.
Hay muchas para expresar un estado de ánimo:
Alborozo – Extraordinario regocijo.
Albricias – Regalo que se da a quien trae una buena noticia.
Algarabía – Gritería confusa de varias personas que hablan a un tiempo.
Algazara – Ruido de muchas voces juntas, por lo común de alegría.
Alharaca – Extraordinaria demostración para manifestar ira, admiración o alegría.
Es importante el grupo de las relacionadas con la comida:
Alajú – Pasta de almendras, nueces y piñones, pan rallado, especia fina y miel.
Albacora – Breva.
Almíbar – Azúcar disuelto en agua y cocido al fuego.
Albaricoque. Albóndiga. Alcaparra. Alcachofa. Alcuzcuz. Alejija. Aletría. Alficoz. Azúcar. Arroz.
Hay palabras para designar a diferentes tipos de aves:
Alcatraz. Alcaudón. Alcotán. Alfaneque. Alferraz.
Hay muchas palabras relacionadas con la construcción de edificaciones:
Alarife – Arquitecto, maestro de obras.
Alaroz – Larguero fijo que divide el hueco de una puerta o ventana.
Alféizar – Vuelta que hace una pared en el corte de una puerta o ventana.
Alfiz – recuadro del arco árabe.
Albañil. Alcazaba. Alcázar. Atalaya.
Palabras, palabras, hermosas palabras:
Alacena – Armario, generalmente empotrado en la pared.
Alacrán – Escorpión.
Aladar – Mechón de pelo que cae sobre cada una de las sienes.
Aladroque – Boquerón.
Alafa – Salario, sueldo.
Alafia – Gracia, perdón, misericordia.
Alahílca – Tapicería para adornar las paredes.
Alambique – Aparato para destilar.
Alamud – Barra de hierro que servía de cerrojo para puertas y ventanas. 
Alarde – Ostentación que se hace de algo. Revista militar.
Alaroza – Novia.
Alazán – Dicho de un color, más o menos rojo, muy parecido al de la canela.
Albacea – Persona encargada de cumplir la última voluntad del finado.
Albahío – De color blanco amarillento.
Albanega – Especie de cofia o red para recoger el pelo.
Albañal – Conducto que da salida a las aguas inmundas.
Albarán – Nota de entrega que firma la persona que recibe una mercancía. 
Albarda – Pieza principal del aparejo de las caballerías de carga.
Albardán – Bufón.
Albarrada – Pared de piedra seca.
Albéitar – Veterinario.
Albogue – Flauta rústica, de madera o caña, propia de pastores. 
Alborga – Calzado rústico de soga o esparto.
Albornoz – Especie de capa con capucha. Prenda para secarse.
Albur – Contingencia o azar a que se fía el resultado de una empresa.
Alcahuete – Persona que facilita o encubre una relación amorosa.
Alcaide – Persona que tiene a su cargo el gobierno de una cárcel.
Álcali – Hidróxido metálico muy soluble en el agua. Alcohol
Alcancía – Vasija, comúnmente de barro, donde se guardan monedas.
Alcándara – Percha donde se ponían las aves de cetrería.
Alcarraza – Vasija de arcilla porosa, especie de botijo. 
Alcatifa – Tapete o alfombra fina.
Alcoba – Dormitorio
Alcor – Colina o collado.
Alcuza – Vasija de barro u otro material en que se guarda el aceite.
Aldaba – Pieza de hierro o bronce que se pone en las puertas para llamar. 
Alfajeme – Barbero
Alfalfa – Mielga común que se cultiva para forraje.
Alfanje – Especie de sable, corto y corvo.
Alfaraz – Caballo que usaban los árabes para las tropas ligeras.
Alfayate – Sastre.
Alfeñique – Persona delicada de cuerpo y complexión.
Alférez – Oficial de graduación inmediatamente inferior al teniente.
Alfil – Pieza del juego del ajedrez.
Alguaza – Bisagra o gozne.
Alforza – Pliegue o doblez que se hace en como adorno o para acortarlas.
Algaba – Bosque, selva.
Algaida – Terreno arenoso a la orilla del mar.
Algara – Tropa de a caballo que salía a saquear la tierra del enemigo. 
Alcalde. Aldea. Alfiler. Alfombra. Alforja. Álgebra. Algoritmo. Algodón. Alguacil. Alhaja. Almohada… 
Añafil – Trompeta recta de unos 80 cm de longitud. 
Añil – Arbusto perenne del que se obtiene una pasta de color azul oscuro.
Añagaza – Artificio para atraer con engaño.
Argolla. Arrabal. Arrecife. Arroba. Atún. Azabache. Azagaya, Azahar. Azar...

Son mayoría los que empiezan por la letra A, pero también forman un grupo numeroso los que comienzan con la última letra del abecedario:

Zacatín – En algunos pueblos, plaza o calle donde se venden ropas.
Zafa – Jofaina
Zafio – Grosero o tosco en sus modales.
Zafra – Vasija grande de metal en que se guarda aceite.
Zafrán – Azafrán.
Zaga – Parte trasera de algo.
Zagal – Muchacho que ha llegado a la adolescencia.
Zaguán – Espacio cubierto, inmediato a la puerta de una casa que sirve de entrada a ella.
Zahora – Comilona o merienda de amigos en la que hay bulla y zambra.
Zahorí – Persona a quien se atribuye la facultad de descubrir lo que está oculto.
Zaino – Traidor, falso.
Zaino – Dicho de un caballo, castaño oscuro o negro, sin ningún pelo blanco.
Zalama – Zalamería, demostración de cariño afectada.
Zalea – Cuero de oveja o carnero, curtido de modo que conserve a lana.
Zalona – Vasija grande de barro sin vidriar.
Zamacuco – Persona torpe y abrutada. Embriaguez o borrachera.
Zambra – Fiesta de los moriscos.
Zaque – Odre pequeño.
Zaquizamí – Desván, último cuarto de la casa, desacomodado y poco limpio.
Zaragüelles – Calzones anchos y con pliegues. 
Zarco – Dicho de los ojos, de color azul claro.
Zarracatín – Individuo que procura comprar barato para vender caro.
Zarzahán – Tela de seda, delgada como el tafetán y con listas de colores.
jel – Composición estrófica de la métrica española.
Zofra – Especie de tapete o alfombra.
Zubia – Lugar por donde corre o afluye mucha agua.
Zulaque – Betún hecho con estopa, cal, aceite y escorias o vidrios molidos.
Zurrapa – Brizna o sedimento que se halla en los líquidos y que se va sentando.
Zurriaga – Látigo con que se castiga o zurra.
Zanahoria. Zoco. Zoquete. Zorzal…

En definitiva, una herencia ubérrima que nos permite, por ejemplo:
Tomarnos una taza de café en un rincón del zaguán.
Sentarnos en un diván carmesí a tocar una guitarra con tapa de nácar.
Expresar un ferviente deseo: ¡Ojalá, me den suerte estos dados de marfil!
Pasear por el barrio o evitar una rambla.
Llegar hasta una dársena empujados por el lebeche.
Tomarnos un sorbete de naranja, de lima, de limón, o de sandía.
Leer “El tambor de hojalata” o “La pluma escarlata”.
O realizar una hazaña que asombre al mundo.
Palabras, al fin, para comunicarnos o para pensar:
Elixir, gacela, jazmín, jabalí, jirafa, berenjena, bellota, bedel, cafre, cambuj, carraca, cerbatana, cero, cifra, felús, fideo, fonda, fulano, gandul, mazmorra, mezquino, nadir, ¡ox!, quilate, quiosco, rabel, rábida, rebato, rehén, rejalgar, retama, tarima, tarifa, toronja…

Si tuviera que elegir tres, tal vez me quedaría con albahaca, azahar, alborozo. 

lunes, 30 de septiembre de 2019

¿Dónde ubicamos a Greta?



¡Suenen flautas y trompetas,
la humanidad se ha salvado!
La providencia ha enviado
la angélica niña Greta.     

Seráfico querubín
que se transmuta a ojos vistas
en niña del exorcista
cuando augura el triste fin.

Su voz se quiebra, se agrieta,
sus pupilas son dos llamas,
zahiere, conmina y brama,
entre iracunda y asceta.  

Causa pasmo y nos inquieta;
su fosca expresión aterra
cuando anuncia que la tierra
se está yendo a hacer puñetas.

¿Heroína?, ¿marioneta?
¿Auténtica?, ¿caradura?
¿Modelo o caricatura?
¿Dónde ubicamos a Greta?

sábado, 13 de julio de 2019

Un 13 de julio.




"El lunes 13 de julio de 1936, Daniel Iriarte Barrera, el pequeño de los Iriarte, cumplía doce años. Para celebrarlo, su madre organizó una fiesta en el jardín de la casa, colgó entre los árboles unas cuerdas con farolillos de papel y banderitas de colores, y preparó una mesa alargada para la merienda a la sombra del ramaje. La calurosa tarde demandaba umbría. Cuando acabaron de llegar todos los niños quiso tomar unas fotos del acontecimiento y les mandó agruparse. Después de varios minutos intentando que se calmaran, sin lograrlo, empezaba a desesperarse.
-No os mováis niños, no os mováis o la foto saldrá mal. ¡No os mováis, por favor! ¿Es que no podéis estar tranquilos un segundo? Nada, no hay manera.
La mujer, con la Leica recién estrenada en la mano, intentaba que se mantuvieran quietos un momento para lograr una buena instantánea, pero sus deseos no eran atendidos. Pequeña y delgada, de cabello moreno y corto, y facciones agradables, parecía mucho más joven de lo que era. Tal vez por eso, y por su natural simpatía, no conseguía imponer su autoridad a los niños que habían ido a celebrar el cumpleaños de Daniel. El grupo no hacía más que moverse, reír y gastarse bromas entre ellos. Los mayores eran los más revoltosos y no cesaban de empujarse unos a otros. Daniel tenía a su derecha a Rosa y cada vez que le empujaban, él, a su vez, impactaba contra ella. Inmediatamente después los empujones venían del lado contrario y era ella la que se apoyaba sobre él. Rosa tenía nueve años pero estaba tan alta como Daniel, que celebraba los doce. Rosita Santacruz Zaldúa, era la hija de unos amigos de sus padres. Era una niña delgada y larguirucha, rubia y peinada con pequeñas trenzas, tenía unos ojos almendrados y vivarachos que parecían estar siempre riendo. Podía decirse que sonreía con la mirada antes que con los labios. Daniel la conocía desde hacía unos años,"

Inicio de la novela "El infierno de los Inocentes", narra las vicisitudes que padecieron dos niños a los que sorprendió la Guerra Civil en Madrid y que más tarde tuvieron que sufrir también la Guerra Mundial. Disponible en Amazon.es y Amazon.com en digital y papel.


EL INFIERNO DE LOS INOCENTES de [Molinos, Luis]

domingo, 3 de febrero de 2019

¡Hay esperanza!


He estado contemplando un video que circula por las redes en el que un grupo numeroso de periodistas (en las imágenes se aprecian al menos cinco micrófonos) entrevista a dos jóvenes que participan en una reunión de protesta por los resultados de las elecciones andaluzas, con los que no parecen muy de acuerdo. Es apasionante el nivel que exhiben aunque un poco difícil de seguir para alguien no muy versado en ciertas cuestiones. Por ello he transcrito lo que argumentan con el fin de intentar comprender mejor la brillante exposición. Hela aquí:
Primera entrevistada.
“Cada una tiene una ideología y todo, pero nos basamos más en lo que nos une que en lo que nos separa. Entonces somos un movimiento de izquierda, somos transfeministas, antifascistas, anticapitalistas… bueno, de hecho estamos intentando definir lo que somos porque esto es muy joven, pero digamos… que el tema del voto es algo muy personal de cada uno, probablemente no creo que haya nadie aquí que haya votado a Vox, pero… básicamente es eso, precisamente lo que queremos hacer es concienciar… y sí, imagino que muchas compañeras y compañeros, compañeras y compañeros, fueron ayer a las urnas y precisamente por eso lo… queremos protestar…”
En ese punto da la impresión que se demora un poco en encontrar las palabras precisas que necesita para rematar sus deducciones y otra compañera acude en su ayuda:
“La asamblea surgió a raíz de ayer, de conversar entre todes. Pensamos que no iba a quedar solo en un asentamiento, o sea, vamos a fomentar dinámicas de grupo y todo esto está en progreso. Ahora mismo es un asentamiento y estamos definiendo nuestras bases, dinámica, difusión, y todo, y… sigue en progreso. Y entonces, es dinámico, y ayer fue tan espontáneo que lo que estamos haciendo ahora es una preasamblea para marcarnos esos objetivos que nos definen y no solo quedarnos en el marco ideológico porque eso ahora mismo no nos importa, sino vamos a fomentar lo que tenemos en común, que somos un grupo ecléctico, joven además, que eeeeh pensamos que el sistema electoral no nos representa, en tanto que no hay ningún partido que deba poder apoyar el fascismo como una propuesta de partido político, y eso es lo que nos ha movido…”
Desgraciadamente el video se termina y no podemos asistir a las explicaciones en su totalidad, pero lo escuchado es suficiente para entender la profundidad de los razonamientos y nos da esperanzas de un venturoso futuro para la sociedad. A pesar de que, según afirman, están todavía intentando definir lo que son, dejan patente el potencial de unas ideas de gran calado que sin duda mejorarán la convivencia entre compañeras y compañeros. Estas dos jóvenes son la semilla de una nueva era más justa e igualitaria, sustentada, no en la antigualla de ir a votar, que es una costumbre arcaica y obsoleta, en la que se permite participar a cualquiera y que por lo tanto puede deparar un resultado que no nos gusta, sino en una dinámica de asentamiento asambleario de todes en progreso. Algo muy esperanzador.