miércoles, 8 de noviembre de 2017

El efecto Dunning-Kruger

Ahora empiezo a comprender. Me acabo de enterar de que hay un efecto que se llama de Dunning-Kruger, por el nombre de los investigadores que lo determinaron, que asegura que cuanto menos inteligentes son las personas, más seguras de sí mismas tienden a mostrarse. Tras diferentes experimentos con un grupo numeroso de estudiantes llegaron a la conclusión de que: “La sobrevaloración del incompetente nace de la mala interpretación de la capacidad de uno mismo, mientras que la infravaloración del competente nace de la mala interpretación de la capacidad de los demás.”
Andaba perplejo y  desorientado cada vez que veía hablar ante los medios a alguno y alguna de los políticos de nuevo cuño, y ciertamente se les ve cada vez que enciendes el televisor, a todas horas y en casi todas las cadenas. Les encanta hablar. Sueltan las mayores sandeces y simplezas, cuando no mienten como bellacos, con la enjundia y la seguridad del que acaba de descubrir el remedio para los peores males de la humanidad. Cualquier mindundi que puede que tenga dificultades para hacer la O con un canuto, pontifica sobre lo divino y humano con la arrogancia del que está imbuido del conocimiento de los siete sabios de Grecia y de alguno más. Saben perfectamente lo que hay que hacer, lo que tienen que hacer ellos y lo que deben hacer los oponentes. Lo saben todo.
Dudaba yo pensando si eran unos jetas que intentaban engañar a la audiencia con absoluto descaro, pero por lo visto solo son sujetos afectados por el síndrome de Dunning-Kruger.
Una conclusión diabólica del estudio es que la gente que habla con seguridad consigue convencer en mayor grado a los que escuchan. O sea, que son tontos y encima tienen más seguidores.
No sé si tenemos salvación.    

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