No parece que quepan todos en España.
martes, 2 de septiembre de 2025
domingo, 31 de agosto de 2025
Francis Galton
Francis Galton (1822-1911) fue un
destacado polímata, científico, sicólogo, naturalista, inventor, antropólogo, geólogo,
explorador, eugenista y alguna cosa más, además de primo de Darwin. Fruto de sus
investigaciones formuló una teoría que hoy seguramente nos suena cuando menos clasista:
“Si fundáramos una ciudad con cien irlandeses estúpidos, analfabetos, groseros y
borrachos, y con cien ingleses cultos, bien educados y sobrios (bueno… casi sobrios),
veríamos que al cabo de unas cuantas generaciones habría miles de necios y ni un
solo gentleman.” Si tenemos en cuenta que lo dijo en el siglo XIX y con humor inglés,
obviamos el tono faltoso y vamos al fondo, y es que en la transmisión de rasgos
se imponen los menos dotados. La sociedad se va degradando a costa de imponerse
los peores sobre los mejores.
Desde hace algún tiempo basta dar
un paseo por las calles de cualquier ciudad.
miércoles, 13 de agosto de 2025
Población
La población mundial ha pasado en los últimos 75 años de
2.500 millones en 1950 a 8.300 millones en la actualidad. Es decir, que se ha
multiplicado por 3,3 en el tiempo aproximado de una vida media. Este crecimiento
no ha sido homogéneo en todos los países sino por el contrario muy desparejo
entre unos y otros.
En general los países de África y Asia han contribuido de
forma determinante a ese crecimiento desmesurado con la única excepción de
Japón, que apenas ha aumentado su población por 1,4 y ahora tiene un grave
problema de envejecimiento. India ha multiplicado su población por 4,2.
Filipinas por 6,2. Indonesia por 4,2. Nigeria por 6,5. Etiopía por 7,7. Egipto
por 5,6. Argelia ha pasado de 9 millones en 1950 a 47 millones. Marruecos de 9
millones a 38 millones. En ese tiempo en España hemos pasado de 28 millones a
48, ni siquiera se ha duplicado a pesar de que la cifra actual incluye a 9
millones de inmigrantes que han llegado en los últimos años. Cada año hay más
defunciones que nacimientos y la población solo aumenta por la inmigración. Todos
los países europeos han sufrido un sesgo semejante. Las políticas progresistas
han propiciado una reducción drástica del incremento del censo vernáculo. Desde
el Poder se ha incentivado el aborto, el hedonismo, la confusión de los géneros
y se ha criminalizado la familia tradicional. La curva poblacional es desde
luego consecuente con esas directivas. Pero esa política ha tenido éxito solo
en una pequeña parte del planeta, la inmensa mayoría no ha seguido las
consignas de esa élite dirigente. Europa solo representa el 5,5 % de la
población mundial. El resultado a la vista está. Una Europa envejecida está
siendo invadida por habitantes de otras regiones, jóvenes con un porcentaje importante
de hombres solos.
Según datos del Banco Mundial la tasa de fecundidad de
Nigeria es de 4,48 hijos por mujer. En Senegal 3,80. En Camerún 4,32. En Congo
4,16. En Mali 5,61. En Níger 6,06.
En España 1,12.
Si la tendencia se mantiene, y no parece que se vaya a
modificar sino que más bien sospecho que se va a acelerar, dentro de otros 75
años, al final del siglo, la antaño población autóctona europea podría ser una
minoría aislada en barrios particulares rodeada de masas ingentes de personas
llegadas desde otros continentes que impondrán sus normas por el simple hecho
de ocupar el espacio.
Las previsiones de Naciones Unidas dicen que la población
mundial seguirá aumentando hasta alcanzar los 10,4 mil millones hacia 2080 y
luego se estabilizará pero hasta ahora las proyecciones siempre se han quedado
por debajo de la realidad. El caso es que ni guerras, ni epidemias, ni
catástrofes o hambrunas han mitigado el crecimiento global.
Claro que puede que todo cambie cuando la IA tome el
control.
miércoles, 30 de abril de 2025
El Gran Cenizo
El DRAE
define “cenizo” como alguien que tiene mala suerte o que la trae a los demás y
lo equipara a gafe, malasombra y aguafiestas. La realidad es mucho más grave. El
cenizo no tiene mala suerte, es inmune a las desgracias que provoca, su poder
destructivo solo afecta a los que tiene alrededor. Todos hemos tropezado en
nuestra vida con algún cenizo pero lo más probable es que no lo hayamos
identificado. Tienen la habilidad de pasar desapercibidos porque la mayoría no
ceniza descree de ese poder maligno que atesoran y prefieren culpar de las
desgracias que acontecen en su cercanía a cualquier otra causa por peregrina
que resulte.
Normalmente
el cenizo solo perturba a los que tiene cerca por lo que su incidencia es
relativamente escasa. El problema se agrava cuando el cenizo ocupa un lugar en
el que su actividad afecta a un gran número de personas. Si está en la cúspide de
la pirámide entonces se convierte en el Gran Cenizo y se vuelve realmente
peligroso. Su poder destructivo irradia a la totalidad de la población. Nadie se
puede sustraer a su pernicioso influjo. Desde que el actual presidente llegó a
la presidencia de España sin haber ganado las elecciones aliándose con todos
los que no quieren ser españoles, se han ido sucediendo acontecimientos negativos
nunca antes vistos. Gigantesca epidemia, desmedida tormenta Filomena, enorme erupción
del volcán de la Palma, inundaciones catastróficas en Valencia y La Mancha, apagón
total y prolongado en todo el territorio... Acontecimientos extraños que suceden
cada mucho tiempo o que no habían ocurrido nunca antes. Cada uno de esos
sucesos por separado habría sido motivo de preocupación pero todos agrupados en
un corto espacio de tiempo es para estar más que asustados, aterrorizados. ¿Qué
será lo siguiente?
El cenizo
nunca acepta su responsabilidad, esa siempre es de cualquier otro o tiene alguna
razón esotérica de difícil comprensión. La realidad es más simple, el causante
de las desgracias es el cenizo. En este caso el Gran Cenizo.
Lo que
aconsejan los expertos es, una vez identificado el origen, alejarse lo más
rápidamente posible. No hay otra solución. Es inútil luchar, el poder tóxico
del cenizo es inmenso e indestructible. Solo queda apartarse de su maligna
influencia.
martes, 25 de marzo de 2025
Emigrantes, inmigrantes, migrantes.
Según el INE a día de hoy hay 3 millones de españoles residiendo en el extranjero, 500.000 tienen entre 20 y 34 años y la mayoría son personas bien preparadas. Mano de obra muy cualificada que se va a contribuir al desarrollo de otros países después de haberse formado en España a un alto coste. También dicen las estadísticas que cada mes emigran 40.000 hombres y mujeres de estas características, eso es 500.000 cada año. La fundación BBVA cifra el capital humano que abandonó nuestro país en 2022 en el entorno de 155.000 millones de euros. Sin embargo la población de España ha aumentado en los últimos años en más de 2 millones de personas. Es decir, que por cada persona que se va llegan dos o tres nuevos habitantes. Hay un sector de esta inmigración que por cultura, idioma, costumbres, idiosincrasia, tiene facilidad para integrarse. Otra parte lo tiene mucho más difícil y aún hay algunos que cabría preguntarse si realmente desean esa necesaria integración. Por cada hombre o mujer bien formados que se van llegan dos o tres, en su mayoría hombres, que en un porcentaje muy significativo no conocen el idioma y no tiene formación. En el mejor de los casos es mano de obra para los trabajos más sencillos, los de menor valor. Muchos de ellos son esos a los que los sandios políticos que padecemos se refieren como niños y niñas. Las niñas son invisibles y los niños son jayanes de dos metros. Parece que atender a cada uno de estos supuestos menores cuesta alrededor de 4.700 euros al mes. Solo en la comunidad de Madrid eso significa unos 40 millones al mes. Mientras el debate entre políticos es qué comunidad acoge mayor número de los que ya están aquí, siguen llegando cada vez con más intensidad sin que se vislumbre un final. El panorama es desolador y esta tendencia se acelera dramáticamente. Somos uno de los países con menor tasa de natalidad del mundo y un gran número de jóvenes bien preparados se marchan y son sustituidos por otros con escasa formación y complicada integración. Por muy buena voluntad que se ponga y por muchos pensamientos ilusorios que se apliquen parece que la degradación de la sociedad es inevitable y rápida. El reemplazo de la población va a buen ritmo. Mientras, cada político, sea del partido que sea, está más preocupado por su culo que por el futuro del país. Cuando haya elecciones, suponiendo que las haya, ¿vamos a volver a votar a sujetos y sujetas de esta calaña?
miércoles, 12 de marzo de 2025
El cocodrilo.
Ana y Andrés llevaban toda la vida residiendo en una casita al borde
de un lago. Era un lugar agradable aunque no siempre había sido así. Sus abuelos
tuvieron que trabajar duramente y enfrentar diversas calamidades para poder
dejar a sus hijos, y estos a sus nietos, la casita que ahora disfrutaban. Con
grandes esfuerzos lograron desbrozar y acondicionar un terreno difícil y
consiguieron dejar a sus descendientes un entorno mejor que el que ellos
vivieron. Ana y Andrés tuvieron un hijo pero al hacerse mayor se había ido a
vivir al otro lado del mar.
Un día vieron un pequeño cocodrilo en la orilla. No le dieron
mucha importancia, tenían varios animales y lo consideraron uno más. Conforme pasaban
los días lo veían crecer pero pensaron que eso era lo normal. Es ley de
vida, se decían. Un día el cocodrilo se comió una gallina y supusieron que en el
lago no habría encontrado comida, dijeron: el pobre tendrá hambre. Otro día se
comió otra gallina y después otra más. Cuando acabó con las gallinas se comió
los patos y después los conejos. Además el cocodrilo se movía por el pequeño
huerto arrasando las hortalizas aunque no se las comía, solo las destrozaba. Cuando
vieron que a ellos les faltaba la comida y el cocodrilo seguía engordando
empezaron a preocuparse. Decidieron consultar a diferentes expertos para ver si
les orientaban sobre qué actitud tomar.
La SAC, Sociedad de Amigos de los Cocodrilos, les confirmó
que no había de qué preocuparse, su comportamiento era completamente normal,
los cocodrilos son parte de nuestro hábitat y tenemos la obligación de
comprender y tolerar sus prácticas. Es su naturaleza, nada más.
La ADV, Asociación
para la Defensa de la Variedad, les aseguró con contundencia que eran muy
afortunados al poder compartir su ámbito con un cocodrilo. Esas son sus
costumbres, aseveraron.
La OGAN, Organización Global de Afectos a la Naturaleza, les
recriminó severamente su consulta porque, según les dijeron, llevaba implícita
una indeseable sensación de discriminación hacia una criatura que era parte del
universo. Les advirtieron de que si insistían en ese tipo de cuestiones se
arriesgaban a recibir una severa sanción.
Ana y Andrés decidieron quedarse en su casa mirando el lago
desde la ventana.
Una tarde de primavera el cocodrilo entró y se los comió.