sábado, 24 de agosto de 2024


Esta es una imagen del tráfico de esclavos del siglo XXI. Miles de pateras dispuestas para personas desesperadas que pagan cantidades enormes a mercaderes sin escrúpulos que se enriquecen con su desgracia. Y ahí hay que incluir a las llamadas ONG´s que ayudan a incrementar el tráfico con su pretendida humanidad. De buenas intenciones están los cementerios llenos y el fondo del mar también. Solo el dato de que en la última década han muerto ahogadas en el Mediterráneo 30.000 personas intentando llegar a costas europeas sería suficiente para detener inmediatamente este tráfico miserable. La incesante llegada de inmigrantes indocumentados es un fenómeno imposible de explicar empleando la lógica. Hay que intentar acudir a teorías de difícil comprensión para la gente corriente. Es incomprensible que no se pongan los medios para detener la invasión de hombres jóvenes, indocumentados, de trayectoria personal desconocida, sin conocer el idioma, sin formación, de costumbres distintas y  hasta opuestas, que acceden al país sin control y una vez dentro son distribuidos por ciudades y pueblos para que se busquen la vida como buenamente puedan, o sea invitándolos a la delincuencia. Al tiempo que se lanzan mensajes de que la IA va a acabar con gran parte de la mano de obra se justifica la llegada de estas personas sin formación por la necesidad de mano de obra barata. Es como decir que se necesitan esclavos para mantener el supuesto estado de bienestar cada vez más endeudado. Más o menos se argumenta que estos jóvenes van a trabajar para pagar las pensiones de los europeos viejos. Un joven español puede comprender que los mayores que van pasando a disfrutar de la jubilación se lo han ganado con su trabajo de muchos años y además entre ellos están sus padres o sus abuelos. Es una situación aceptada, reconocida y asumida por nuestra sociedad. ¿Pero un joven proveniente de otra cultura completamente distinta creen que va a aceptar deslomarse para que ancianos con los que no tienen el menor vínculo se beneficien de su esfuerzo? Yo creo que no. Los inmigrantes que tengan que venir que lo hagan por los conductos regulares, identificados, mejor con familias, con mujeres y niños, con la seguridad de que van a ser adecuadamente atendidos y con la posibilidad cierta de que van a encontrar un trabajo digno que les va a permitir integrarse en la sociedad de acogida. La invasión descontrolada actual que además se va incrementando aceleradamente no es bueno ni para los que llegan ni para los que la padecen. Es una auténtica locura que nos empuja al abismo. Los dirigentes incapaces de detener este caos ya no sé si son simplemente inútiles o son cómplices de esta insensatez.