Democracia es, según dicen los que saben, el gobierno del pueblo por el pueblo. Dicen también que el poder lo ejerce el pueblo a través de sus representantes. Pues habrá que concluir que la que llaman mayor democracia del mundo no se ajusta a la definición, y en consecuencia ninguna otra. En ningún lugar el poder lo ejerce el pueblo. Cada vez más lo que padecemos es una plutocracia. El poder está en manos de unos señores inmensamente ricos y por lo tanto con un poder desorbitado a los que nadie ha votado. Parece una función irrelevante ir cada cierto tiempo a depositar la papeleta en la urna. Twitter y Facebook han decidido eliminar las cuentas del presidente de la nación más poderosa porque existe riesgo de “incitar a la violencia”. Y se han quedado tan a gusto. O sea, dos señores particulares, mega archimillonarios pero particulares, deciden lo que está bien y lo que está mal, resuelven censurar y hacer callar al representante elegido por un conjunto de setenta millones de ciudadanos porque no les gusta lo que dice, o lo que es peor, lo que pudiera decir. Censura preventiva. Setenta millones de ciudadanos inermes ante dos plutócratas que controlan un poder omnímodo. El futuro ya está aquí y Orwell se quedó corto.