martes, 7 de noviembre de 2017

El fugitivo deshonroso

Como sin querer la cosa
declaró la independencia
y con cobardes urgencias
puso pies en polvorosa.
Con insólita presteza
corre a esconderse a Bruselas;
pero más que correr, ¡vuela!,
para escapar de la jueza.
De quien dice que ha fundado
una república nueva,
es sorprendente y subleva,
que a otro reino haya escapado.
En su vergonzante huida 
para escabullir la ley,
no le importa que otro rey
le brinde amable acogida.
Ni tampoco le importaba
que otros varios de los suyos
fueran a dormir al trullo
mientras él se evaporaba.
Con quien no tiene valor
para afrontar sus acciones
huelgan las contemplaciones,
cuanto más lejos, mejor.
El presunto delincuente
es parte de esa calaña
que quiere quebrar España.
Cismáticos, mala gente.

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